jueves, 1 de abril de 2010

Para no olvidar...

A mediados del mes de marzo pasado, el Consejo Nacional de Reparaciones del Perú auspició la inscripción de 500 nuevos nombres de víctimas del conflicto armado interno que desangró el país entre los años 80 y 90, en el monumento de memoria "El ojo que llora". Entre estos nombres figura el de Teófilo Rímac Capcha,
dirigente sindical detenido por efectivos militares en el año 1986, y a quien desde entonces nunca se le ha vuelto a ver. Hace un par de años conversé con su esposa, la señora Doris Caqui, y en esa ocasión me dijo que a lo que aspiraba era a encontrar los restos su esposo y que se hiciera justicia con su asesinato y desaparición. A pesar del tiempo transcurrido esa charla y la que sostuve con otros familiares de víctimas del terrorismo y la violencia de estado, no ha perdido vigencia ya que aún hay mujeres y hombres que continúan en una lucha que nunca buscaron librar. Hoy, la señora Caqui dice sentir algo de consuelo al ver el nombre de Teófilo perennizado en una roca, aunque nunca dejará de aspirar a esa justicia que aún se le hace tan esquiva.
Este es el reportaje…